El fondo de ahorro y la magia del interés compuesto

El fondo de ahorro y la magia del interés compuesto

Las apariencias engañan y para muestra está la historia de aquel súbdito que le pidió como recompensa a su monarca un grano de trigo por el primer cuadro de un tablero de ajedrez, dos por el segundo, cuatro por el tercero y así sucesivamente hasta llenar los 64 cuadritos del tablero.

Una recompensa que aparentemente sería una bagatela, cuando el número final rebasa los nueve trillones de granos; una cantidad inimaginable que requeriría cientos de años de las cosechas de todo el planeta.

Sin llegar a esos niveles estratosféricos, un concepto fundamental en las finanzas personales es el “interés compuesto”, que permite visualizar la relevancia de ahorrar aunque sea una pequeña cantidad y no tocarla durante mucho tiempo en una institución financiera.

El interés compuesto es el que se va sumando al capital original y sobre el cuál paulatinamente se van generando más intereses.

Vamos a pensar en una persona que ahorre 100 pesos, con un interés anual del 10 por ciento.

Si ese dinero se quedara allí durante 10 años, recibiría en el primer año un interés simple de 10 pesos; en el segundo 120; en el tercero 130 y así llegaría a 200 pesos en el año 10.

Pero el interés compuesto tiene un efecto multiplicado insospechado y en el primer año tendríamos los mismos 110 pesos, pero resulta que en el segundo serían 110 pesos por el 10% y, por tanto, tendrías 121 pesos.

En el tercero la cifra final sería 133.1 pesos y al aplicarle 10% en el siguiente serían 146.41 y así sucesivamente, para cerrar en el año 10 con 235.77 pesos, una cantidad 17.88% superior a aquellos 200 pesos.

La fórmula del interés compuesto es el capital que se multiplica por el resultado de (1+.10/1) y luego eso por el número de años.

Este sencillo ejemplo, prueba la importancia del ahorro y cómo con constancia y paciencia, una cantidad insignificante en el presente puede terminar siendo una muy considerable al final de la vida productiva.

Vitae Beneficios le permite a los colaboradores acceder a un fondo de ahorro, que si se utiliza con inteligencia puede ser la vía para sacarle ventaja a esa simple pero importante herramienta que es el interés compuesto.

Carlos Velázquez es un periodista especializado en finanzas y negocios. De 1989 a 1995 fue editor de la Sección Valores y Dinero de El Economista. Actualmente es director editorial de Periodicoviaje.com, conduce el programa Imágenes del Turismo y escribe una columna de lunes a viernes en Excélsior sobre negocios turísticos.

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